instituciones penitenciarias
La prisión de Huelva es la tercera cárcel más peligrosa del país
El centro penitenciario onubense registró 23 agresiones a funcionarios en casi medio centenar de incidentes en 2024, según la información aportada por el Gobierno al sindicato CSIF
Sólo tres médicos para atender a los 1.200 reclusos de la prisión de Huelva

El sindicato CSIF ha dado a conocer este lunes que la prisión de Huelva se ha convertido en el tercer centro penitenciario más peligroso de España según los datos correspondientes a 2024 facilitados por el Ministerio del Interior a través del Portal de Transparencia.
La cárcel onubense registró el pasado año 23 agresiones a funcionarios de presiones en 42 episodios conflictivos. Estos datos elevan a La Ribera un puesto con respecto a 2023 y la sitúan por encima de la prisión de Dueñas, en Palencia, que era entonces la tercera. Puerto III, en Cádiz, y Zaragoza siguen siendo los penales con más incidentes de este tipo.
Desde CSIF exige medidas contundentes y urgentes para frenar lo que consideran un progresivo aumento de la violencia, «puesto que en 2023 ya se produjo en Huelva un incremento del 58 por ciento en agresiones». Los responsables del sindicato en la prisión onubense también subrayan las causas evitables que explican esta situación.
«Se fiscaliza extremadamente el trabajo de los funcionarios por parte de la subdirección de Seguridad, poniendo en tela de juicio todas y cada una de las actuaciones llevadas a cabo. Los funcionarios intervienen con rigurosa cautela en los altercados; lo que provoca que reciban en muchos casos agresiones por parte de los internos exaltados», señalan fuentes de CSIF. «En estas situaciones –han añadido- actuar con contundencia, respetando las normas establecidas, es lo más recomendable para evitar ser agredido».
Incorrecta clasificación de los presos
Uno de los motivos principales de estos incidentes, según el comunicado remitido por el sindicato, es una incorrecta clasificación interna de los reclusos, con internos que deberían estar en primer grado, el más restrictivo, ubicados en módulos de segundo grado, lo que genera conflictos con funcionarios y otros presos.
La organización sindical, que ensalza la labor diaria de los trabajadores penitenciarios, denuncia que operan en condiciones cada vez más precarias. En el área sanitaria del centro, solo está cubierta la mitad de la plantilla de facultativos, una situación que se agrava durante el periodo vacacional. «Aunque recientemente se ha contratado a un médico, esta medida es insuficiente».
El pasado año se incautaron en la cárcel de Huelva 97 objetos punzantes, el mayor número en los centros penitenciarios de España, además de 15 móviles, 279 litros de alcohol etílico con elaboración mediante fermentación 6, 569 gramos de cannabis, 7,84 gramos de cocaína y 5,33 gramos de heroína.

«Las armas rudimentarias, elaboradas con cepillos de dientes afilados, piezas de metal o bolígrafos modificados, representan un riesgo constante para los funcionarios. Estas cifras evidencian no solo el ingenio de algunos internos para la fabricación de armas, sino también los desafíos que enfrenta la administración penitenciaria en materia de prevención de la violencia, seguridad interior y dotación de recursos humanos y materiales«.
Además de las agresiones físicas, la central sindical alerta también del aumento de las amenazas, coacciones y situaciones de tensión que no siempre se registran como agresiones, pero que afectan de forma directa al clima laboral en prisión. Por ello, CSIF solicita que entre las medidas urgentes esté el refuerzo de la plantilla y la mejora de los protocolos de seguridad. «En Huelva se trabaja habitualmente por debajo de los servicios mínimos a pesar de que existen partidas para reforzar los servicios. La dirección, sin embargo, prefiere repartirlas arbitrariamente en concepto de productividad con asignaciones ridículas», pone de manifiesto CSIF.